Sobre mí

¿Por qué elegí ser copywriter?

Existiendo tantas profesiones…

Al terminar el colegio me empezó a causar curiosidad saber por qué las personas eligen entre una marca y otra, si las dos vendían un mismo producto o servicio. ¡Había algo más! Pero… ¿qué era? ¿qué carrera estudiar para saberlo?

Hasta que me topé con un universo que empezó a fascinarme: el de la publicidad. Me brillaban los ojitos al ver anuncios de grandes marcas con esos mensajes impactantes tan bien pensados. ¡Quería ser capaz de crearlos!

Pero vivir de mi creatividad me ilusionaba tanto como me asustaba. No me sentía capaz. Debía darme de comer. Y si iba a depender de mis ataques repentinos de inspiración… iba por mal camino.

Entonces… ¿cómo es que al final me animé a trabajar como copywriter? Porque descubrí que incluso la creatividad tiene su proceso.

Mi gran debate interno.

Mis primeros trabajos fueron como vendedora. Aunque me encantaba, me sentía mal, culpable… Porque pensaba que generaba una necesidad en las personas. En algún punto sentía que las estaba engañando o que «les estaba encajando algo». Eso estaba muy alejado de la huella que quería dejar en el mundo.

Lo que no me daba cuenta es que las necesidades no se crean. Existen o no. El proceso de venta lo que hace es conocer qué necesita cada cliente para ofrecerle el producto o servicio que mejor lo ayuda.

Así es como entendí que vender no es engañar. ¡Vender es ayudar!

Ese día me decidí a empezar a usar el enorme poder que tienen las palabras. Usarlo para crear textos de venta que den visibilidad a proyectos valiosos que nunca terminan de despegar solo porque no saben como mostrar su valor a las personas que lo necesitan.

Investigo

Empatizo con tus clientes para saber la mejor manera de conectar con ellos.

Redacto

Sin prisa pero sin pausa y... ¡sin filtro! Aún no es momento de juzgar las ideas.

Edito

Ahora sí: a recortar sin piedad, ordenar para conectar y pulir para brillar.

Curiosidad #1

Tengo un compañero de trabajo de lujo: llega primero y se va último.

Su único defecto: no habla, ladra. Y se queda dormido a mitad de jornada.

Pero cumple su rol de recordarme lo importante que es jugar.

Curiosidad #2

Desde chica que amo las películas de detectives. De hecho, quería ser una.

Hasta que conecté con el mundo de la publicidad, la escritura y la creatividad.

Hoy saco la faceta de detective para conocer a los clientes de pies a cabeza.

Curiosidad #3

Mi lugar favorito en el mundo es cualquier playa.

Si puede ser con agua cristalina, mucho mejor.

Me da una paz que hasta a mí me deja sin palabras.